
En la jornada negra para el peronismo municipios como José C. Paz, Malvinas Argentinas, Pilar y Moreno volvieron a dar la talla del conocimiento en la arquitectura electoral. En el caso del distrito paceño nuevamente Mario Ishii mostró ser un piloto de tormentas y un hábil lector de las brisas políticas y sus vaivenes pendulares propios de la vida dinámica de la Argentina.
Para comenzar a analizar el fenómeno Milei hay que tener en cuenta un dato que es un secreto a voces pero que muy pocos se animan a volcar. Sin ese dato es imposible hacer un análisis honesto alejado de los propios deseos, gustos o simpatías políticas, o sencillamente, desde el lugar que uno mira el mundo.
Así como en otra columna sostuve que, los votos que se llevó Milei no retroceden, también es cierto que esos votos no habrían encontrado prosperidad “sin el vento”, sin el oxígeno y la celosa custodia de las estructuras municipales para que el libertario viera luz del otro lado del túnel. Primer punto. Es política, estrategia razonable en la mesa de arena electoral. Ahora viene otra etapa que no solo dependen del andamio que los gobiernos municipales le den a Avanza Libertad (con el resultado puesto) sino de algo que no depende estrictamente de los jefes y jefas comunales del conurbano: la economía diaria.
Las intendencias ahora tienen la herramienta de negociación como la territorialidad, es trabajo de las superestructuras seducir esa territorialidad (que está en manos de los y las alcaldes) con recursos, y, acaso, previsibilidad para poder defender una gestión nacional que está al borde de la piña final y, donde hay 11 millones de personas que no fueron a votar. El territorio lo tienen asegurado. No hay peligro.
La gestión de Mario Ishii puede ser menos o más valorada, pero, llegar al 40% después de los 24 años de gobierno sin perder una elección es para reconocer. Vamos a los números puros y duros.
Entre Sergio Massa y Juan Grabois llegaron a los 37 puntos en todo en el distrito, Axel Kicillof 42 puntos, pero la lista de Mario Ishii alcanzó un 40 por ciento. Hubo corte en la sección nacional a favor del intendente local y dos puntos de corte en contra en el tramo provincial. En 2019 Ishii, logró el 59,91% de los votos. Teniendo en cuenta que es una PASO, faltan las generales y un posible balotaje donde buscará aumentar el número entre los que no fueron a votar ya que solo votó un 61 por ciento del padrón en el municipio.
Otro dato para tener en cuenta es la cantidad de voto en blanco: unos 18.419 mil, y más de dos mil votos entre anulados e impugnados.
La pregunta que sobresalta por estas horas es ¿qué pasa con los votos de Milei en distrito sin la perimetral oficialista? ¿Se mantienen? ¿Se reparten entre Juntos y el peronismo? ¿Son politizados o volverán a reafirmar el sufragio opositor?